Talleres UNESCO
La Oficina de la UNESCO en México facilitó una serie de talleres de sensibilización en los que participaron los coordinadores del proyecto Canal Nacional. Los temas abordados fueron patrimonio cultural (material e inmaterial), paisaje urbano histórico y diversidad de las expresiones culturales.
Participaron Alejandro Alcaraz, Cynthia Santoyo, Ernestina Cortes y Luis Zea respectivamente.






Taller de patrimonio cultural
El patrimonio es el legado cultural que recibimos del pasado, que vivimos en el presente y que transmitiremos a las generaciones futuras. Con la Convención de 1972 para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural la UNESCO establece que ciertos lugares de la Tierra tienen un "valor universal excepcional" y pertenecen al patrimonio común de la humanidad, como la selva de Serengueti en el África oriental, las pirámides de Egipto, la Gran Barrera de Coral en Australia y las catedrales barrrocas de América Latina.
Sin embargo, el patrimonio cultural no se limita a monumentos y colecciones de objetos. Comprende también expresiones vivas heredadas de nuestros antepasados, como tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativos a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional. Pese a su fragilidad, el patrimonio cultural inmaterial o patrimonio vivo es un importante factor del mantenimiento de la diversidad cultural.
Taller de Paisaje Urbano Histórico
La UNESCO promueve un plantamiento holístico de la gestión de los paisajes urbanos históricos, que integre tanto los objetivos de la conservación del patrimonio urbano como los del desarrollo socioeconómico. Este método contempla el patrimonio urbano como un activo social, cultural y ecónomico en el desarrollo de las ciudades.
Taller de Diversidad de las expresiones culturales
La Convención sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales es un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que garantiza que los artistas, los profesionales y otros actores de la cultura y los ciudadanos en todo el mundo puedan crear, producir, difundir y disfrutar de una amplia gama de bienes, serficios y actividades culturales, incluidos los suyos propios. Fue adoptada porque la comunidad internacional reconoció la urgencia de aplicar una regulación internacional que reconociera:
- El carácter distintivo de los bienes, servicios y actividades culturales como vectores de transmisión de identidad, valores y sentidos.
- Que los bienes, servicios y actividades culturales no son mercancías o bienes de consumo que puedan ser considerados únicamente como objetos de comercio, aunque tengan un valor económico importante.