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Paisaje Urbano Histórico

El patrimonio urbano reviste una importancia crucial para nuestras ciudades, ahora y en el futuro. El patrimonio, material e inmaterial, es fuente de cohesión social, factor de diversidad y motor de la creatividad, la innovación y la regeneración urbana.

La UNESCO promueve un planteamiento holístico de la gestión de los paisajes urbanos históricos, que integre tanto los objetivos de la conservación del patrimonio urbano como los del desarrollo socioeconómico. Este método contempla el patrimonio urbano como un activo social, cultural y económico en el desarrollo de las ciudades.

Para entender y gestionar cualquier ambiente urbano histórico es clave tomar conciencia de que la ciudad no es un conjunto estático de monume11tos o edificios, sino que está sometida a las fuerzas dinámicas de índole económica, social y cultural que la modelaron y siguen re modelándola. En este folleto sostenemos que el contexto histórico y la nueva urbanización pueden interactuar y reforzar mutuamente sus cometidos y su significado.

La Recomendación sobre el paisaje urbano histórico fue aprobada el 1 O de noviembre de 2011 por la Conferencia General de la UNESCO. El planteamiento del paisaje urbano histórico va más allá de la conservación del entorno físico para abarcar el entorno humano en todos sus aspectos, materiales e inmateriales. Aspira a incrementar la sostenibilidad de las intervenciones de planificación y diseño urbano, tomando en consideración el medio urbanizado existente, el patrimonio inmaterial, la diversidad cultural y factores socioeconómicos y medioambientales, junto con los valores de las comunidades locales.

Este enfoque considera la diversidad cultural y la creatividad como activos cruciales para el desarrollo humano, social y económico. Es una alternativa a la desmembración de la ciudad en zonas de conservación separadas, que pasan a ser guetos de preservación histórica. Para evitarlo la UNESCO colabora con las ciudades promoviendo la integración de las preocupaciones medioambientales, sociales y cu lturales en la planificación, el diseño y la realización del desarrollo urbano.

En muchas ciudades este enfoque ha dado resultados muy positivos y alentadores. En cada situación local se persigue un equilibrio entre la conservación y protección del patrimonio urbano, el desarrollo económico, la funcionalidad y la habitabilidad de la ciudad. De esa manera se responde a las necesidades de los habitantes de hoy al mismo tiempo que se fortalecen sostenible mente los recursos naturales y culturales de la ciudad para las generaciones futuras.

El planteamiento del paisaje urbano histórico percibe e interpreta la ciudad como un continuo espacial y temporal, en el que, hoy como ayer, van dejando su huella incontables grupos de población.

Los diferentes puntos de vista -patrimonial, económico, medioambiental y sociocultural- no entran en confl icto, al contrario; se complementan, y su éxito a largo plazo depende de su interrelación.

Las más de 250 ciudades históricas inscritas en la Lista del Patrimonio Mundial producen beneficios socioeconómicos muy sustanciales a nivel local y nacional, no sólo gracias al turismo y bienes y servicios relacionados, sino también a través de otras funciones. Por ejemplo, la ciudad de Salzburgo en Austria representa sólo un 6% de la población del país pero aporta un 25% de su producto interior neto.

Bien gestionado, el patrimonio urbano puede actuar como catalizador del desarrollo socioeconómico a través del turismo, el comercio y la revalorización del suelo y de los inmuebles. De ese modo, se generarían los ingresos necesarios para costear su mantenimiento, restauración y rehabilitación.

El patrimonio urbano genera rendimientos muy superiores a los de las zonas desprovistas de interés cultural o histórico. La proximidad a monumentos y lugares de importancia mundial suele atraer a negocios de alta gama del sector de servicios y residentes que están dispuestos a pagar más por espacios de prestigio y categoría. Todo ello se refleja en la revalorización del suelo y de los inmuebles.

El patrimonio urbano es complejo de gestionar debido a las cada vez más numersas y estrictas normas de regulación del entorno urbano. Dichas normas, si son bien aplicadas, pueden mejorar su planificación y diseño.